viernes, 10 de marzo de 2017

Para formar buenos lectores es necesario comprender la naturaleza de las capacidades y técnicas fundamentales e indispensables para la lectura.

PROCESO LECTOR.
El proceso de lectura ha sido investigado desde hace muchos años. William S. Gray (1958) en su libro "Enseñanza de la lectura y de  la escritura", expresó: "para formar buenos lectores es necesario comprender la naturaleza de las capacidades y técnicas fundamentales e indispensables para la lectura". (W.S.Gray, 1958:86), Las técnicas a las que hace referencia Gray son las siguientes:



• PERCEPCIÓN DE PALABRAS.

Hace referencia a como en primer plano los lectores entienden y reconocen lo que está escrito y  lo asimilan en su entorno según sus conocimientos y vivencias, así mismo se comprende el conjunto de palabras que resultan ser los conceptos que se requieren.
Aquí podemos volver a la escuela donde los niños empiezan a interactuar con las palabras y símbolos que se les enseña, proceso que se convierte en automático al pasar los años, donde no solo se busca reconocer dichas palabras sino también asimilar los contextos que se describen en cada lectura.

Se pueden definir estos proceso como Goodman afirma que la lectura es un "proceso constructivo igual que un juego de adivinanzas proceso constructivo igual que un juego de adivinanzas psicolingüistas que involucran una interacción entre el pensamiento y el lenguaje; estos procesos son sociales porque son utilizados por las personas para comunicarse".

E. Ferreiro en cambio expresa que la "lectura es un acto de reconstrucción de una realidad lingüística a partir de los elementos provistos por la representación".


• COMPROBACIÓN DEL SIGNIFICADO DE LO QUE SE LEE.

En este escenario se observa como los lectores asocian y comprueban la virilidad de los conceptos que se están tratando en el texto.
Observando las premisas podemos ratificar como las teorías transaccionales plantean que el significado de las lecturas se crea o construyen por parte del lector y son concebidas superiores al significado del texto debido a que esta construcción es mayor que la suma de las partes.
Por otro lado las teorías están centradas en la interacción entre el lenguaje y el lector  a través de los registros visuales y no visuales en el modelo del lector donde es de mayor importancia con respecto al rol que juega en el proceso de comprensión de textos y en su defecto en la comprobación del significado de los mismos , debido a que los conocimientos previos que el lector tiene  ayudan al proceso de interpretación e interacción de los conceptos para así construir y validar el significado.

Las fuentes principales que abordan estas teorías son tomadas de autores como Dewey, Peirce Vigotky, James, Bates.





• CAPACIDAD PARA REACCIONAR SOBRE LO QUE SE LEE.

Cada lectura que realizamos a lo largo de la vida ya sea por ocio o por estudio nos enseña o muestra un punto de vista diferente al que poseíamos, por ello es necesario tener la capacidad de discernir que tanto nos puede afectar las lecturas que hemos hecho a nuestra vida, creencias, teorías y filosofía propias, adquiridas durante nuestra búsqueda por el conocimiento, por decirlo así, creadas a partir de otras ramas y tradiciones personales, sensibles de persuadir dependiendo que tan maleable sea el sujeto que las reconozca.

Mckenna (1994)  acepta la influencia directa de la conducta sobre las creencias y añade que las actitudes de lector con respecto a la lectura son afectadas por las creencias que el individuo tiene sobre las expectativas y valoración de los otros.
Así mismo sostiene que el contexto socio económico y cultural influye en el desarrollo de la actitud y que sus expectativas tienen relación directa dependiendo las experiencias previas.

Ahora, según la teoría de Dubois (1991) existen tres posturas en las cuales plantea: la concepción de la atención selectiva donde le lector trae al texto sus propios paradigmas y reconoce la información que concuerda con sus conocimientos y memorias propias. Y la concepción del “Problema de intención” donde “no hay un significado absolutamente correcto en el texto” (Rosemblantt.1988) tan solo la probabilidad de admitir interpretaciones alternativas.

 


• EMPLEO O APLICACIÓN DE LAS IDEAS ADQUIRIDAS.

Los conocimientos adquiridos de las lecturas hechas son aplicables a nuestra vida tanto personal como profesional, donde  por una parte unas pueden llegar a  cambiar la percepción de la vida propia y las otras influyen en el ámbito profesional al cual pertenezcamos. Aquí es donde la información adquirida cobra vida y se convierte en empleable a cualquier entorno  social, personal, intelectual, o cualquier 

POR QUE OCUPARSE DE LA LECTURA Y DE LA ESCRITURA EN LA UNIVERSIDAD


Este ensayo es elaborado con el fin de dar a conocer la diferencia entre leer y escribir en la universidad a leer y escribir en la escuela o en cualquier otro ámbito, también la importancia de la lectura y escritura en la universidad; esto con el fin de adquirir un mayor conocimiento aprendiendo a interpretar lo que se lee, a tener ideas claras antes de escribir y a hablar con diplomacia.




¿En qué sentido leer y escribir en la universidad es diferente de leer y escribir en la escuela o en cualquier otro ámbito?


Definiendo la escuela como el lugar donde las personas asisten para aprender las ciencias básicas de la enseñanza  y para ser educados mediante una metodología dada; mientras la universidad es  una institución de enseñanza superior, dividida en facultades con especialidades de estudio, creada con el fin de ser una comunidad autónoma de maestros y discípulos que se reúnen para compartir conocimientos y desarrollar un vínculo y un beneficio mutuo entre los dos.
Podemos decir que la diferencia que abarca el concepto de cada escenario, amplia una visión acerca del abismo que existe entre las lecturas realizadas en la escuela por los estudiantes, donde se lee casi por obligación lo que los docentes les piden, los textos son sencillos y básicos sin mucho vocabulario científico, en cambio en la universidad no solo se debe leer, es necesario entender las teorías y principios que se dictan y a partir de ello se incita a investigar, a crear nuevos paradigmas que refuten las teorías que se les están planteando.

Está claro que leer y escribir es un requisito primordial para poder educarse y desarrollarse en cualquier ámbito, la diferencia de hacerlo en cualquiera de estos estadios es que en la educación superior se necesita una capacidad analítica y crítica para poder desarrollar y superar su  nivel profesional e intelectual en sus lecturas y escritos donde es necesario tener en cuenta no solo que dicen los textos sino quien y porque lo  dice; en la escuela se necesita un nivel inferior de vocabulario y conocimientos porque si bien se está aprendiendo lo básico y necesario para lograr tener las cualidades necesarias para surgir a nivel intelectual ya sea en la universidad o en sus tiempos de lectura, los textos que se realizan y se leen en este ámbito son menos complejas y no es necesario la reproducción de textos con argumentos consistentes.
Observando estudios realizados en Aisenbert (2005), donde en la escolaridad primaria las consignas de lecturas más frecuentes llevan a descomponer un texto en informaciones puntuales  que promuevan una estrategia de localización, lo cual implica  comprender superficial y fragmentada mente los conceptos. La identificación y reproducción así planteada favorecen, por una parte, la lectura insustancial y por otra parte, una escritura que limita la actividad del alumno a la transcripción. Lo que afirma y conlleva a que los estudiantes no desarrollen la capacidad investigativa y argumentativa que les exigen sus posteriores estudios y por ende se les dificulta acostumbrarse a la temática de la universidad.

Igualmente Mateo et al. (2004) en un estudio con docentes y alumnos secundarios y universitarios señalan que la mayoría de las tareas planteadas con el propósito de aprender las distintas disciplinas no incluyen modalidades de lectura y escritura que propicien verdadero aprendizaje. Las prácticas más usuales se caracterizan por plantear la lectura de una única fuente de información  y por demandar tareas de escritura casi siempre dirigidas a reproducir los contenidos del texto o de la exposición oral  en forma de respuestas a preguntas. De igual manera los participantes de nuestra indagación expresan que esto es lo que ocurre en la educación secundaria y que, en la universidad, las cátedras tienen expectativas diferentes.

Ahora bien, dando un vistazo a los estudios descritos anteriormente podemos decir que la educación secundaria que nos dictan en las escuelas es muy básica en cuanto a la lectoescritura que debemos desarrollar en cualquier cátedra de una universidad en el que el aprendizaje se basa esencialmente en la investigación científica, los textos complejos y los ensayos sustanciales propios de cada disciplina a la que se aspire alcanzar. Por ende  los estudiantes debemos fortalecer  estas cualidades en lapsos de tiempo muy cortos para alcanzar las expectativas debidas de estar en la universidad.







En conclusión, en la universidad se lee para generar conocimiento, para que a partir de lo que se lea se pueda generar hipótesis, teorías, compartir el conocimiento y debatirlo entre alumnos y profesores. Finalmente ese es el objetivo de la universidad, universalidad de conocimientos; se lee en la universidad para participar en la sinergia de la simbiosis existente entre alumnos y profesores.
En la escuela y en cualquier otro ámbito se lee para generar una base de datos de conocimiento.